Dos chicas desconocidas, dos mundos diferentes. Jamás alguien pensaría que se encontrarían. Todo comenzó con un simple comentario acerca del amor de su vida en una red social. Comentario va, comentario viene decidieron hablar por privado. Se pasaron los correos electrónicos y continuaron hablaron por ahí. Tímidas eran, tenían miedo, con quien se encontrarían. Hablaban nada mas de su ídolo y todo lo que hacia en su novela. Poco a poco fueron hablando de otras cosas, y se dieron cuenta que tenían muchas cosas en común. No importaba la diferencia de edad, ellas seguían hablando igual. Se dieron cuenta que a pesar de amar a su ídolo, tenían sus problemas. Ambas habían sufrido un desamor o un amor no correspondido, necesitaban consuelo. Eran muy parecidas a la forma de hablar y a la forma de pensar.
Siguieron conociéndose sin pensar que la otra podría estar engañándola o mintiéndole. Había algo en ellas, que las hacia coincidir: ambas se tenían fe.
Se conocieron finalmente la voz, el día que su ídolo había aparecido en la red social, La menor sin pensar en otra cosa la llamo para contarle esta feliz noticia, ambas pudieron tapar sus penas… ambas tuvieron su momento de felicidad.
Su vida continúo y sin darse cuenta eran mejores amiga, eran hermanas del alma. Ya no usaban solamente la computadora para comunicarse… ya se mandaban mensajes, charlas larguisimas por teléfono y millones de cosas más. Compartían todo, sus amores, sus alegrías, sus tristezas, sus enojos, sus risas. Siempre había algo en ellas que cuando hablaban había una risa, una alegría.
La mayor le empezó a compartir sus gustos y la menor acepto de la mejor manera y axial sucesivamente. Sin saberlo tenían muy poco tiempo de amistad, pero se entendían mejor que nadie. Son tan cómplices, tan amigas.
Jamás se conocieron personalmente, o quizás si pero no sabían que existían. Su amistad tiene para rato, trece y diecisiete años que recién comienzan. Solo ellas saben lo que es la felicidad.
Gracias por estar siempre en mí, conocerme como nadie. Por siempre amigas media naranja.
4 de agosto del 2010
